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Con fecha 2 de noviembre del presente año, el Cuarto Juzgado de Familia de Santiago, acogió acción de impugnación y reclamación por posesión notoria, respecto de menor de edad. Sin duda un importante logro para nuestro estudio jurídico, y aún más en materia de derechos de infancia.

El miércoles 22 de noviembre del presente año, el Tribunal en comento acoge la acción en favor de una niña menor de edad impugnando la paternidad de su padre biológico, y acogiendo la reclamación respecto del demandante, y ordenando que se realizarán las sub-inscripciones, y modificaciones en su partida de nacimiento, a través del Servicio del Registro Civil e Identificación.

En este sentido, la posesión notoria está regulada en el artículo 200 de nuestro Código Civil, en el Título VIII, a propósito de las acciones de filiación. Entendiéndola, como un medio probatorio a considerarse por un Juez (a) a fin de tener por determinada una filiación, ya sea de padre o madre, debiendo concurrir los requisitos legales allí establecidos.

En cuanto a los requisitos, la norma exige que dicho tratamiento de padre o madre se haya configurado por un plazo de cinco años, en forma continua e interrumpida. Que por lo demás, dicha persona haya proveído de educación y establecimiento de un modo competente respecto del niño (a), presentándolo socialmente como hijo (a) frente a terceros; y finalmente que estos lo hayan reputado y reconocido como tal.

La Doctrina, por su parte, exige los requisitos de: nombre, trato y fama.  Los cuales deberán acreditarse a través de los distintos medios probatorios incorporados en la instancia correspondiente.

En lo que respecta a la complejidad de esta acción, existen dudas en torno al proceso correcto en cuestión, toda vez que podría considerarse que procede intentarlo a través de la institución de la adopción, ya que se presume erróneamente que le daría una protección mucho mayor al niño (a) en particular.

En este sentido, este tipo de proceso exige que prime el interés superior del niño (a), y que se respete su derecho a ser oído (a), ya sea a través de una audiencia reservada, la designación de un Curador Ad Litem, o finalmente, por medio de un Perito psicólogo Habilitado para ello.

Sin duda, una innovación para nuestro Derecho de Familia, y en específico en torno a las acciones de filiación, que hoy en día vienen a modernizar las normas existentes en esta materia, posibilitando incluso a un menor de edad, a poder modificar su filiación a través de este mecanismo, sin que previamente este sea declarado susceptible de ser adoptado (a), lo que conlleva un proceso sin duda mucho más complejo, tanto emocional como económicamente.

Con todo, si tienes dudas respecto a este proceso, y quieres intentar la acción con ayuda de nuestros profesionales del área respectiva, no dudes en contactarnos.

Escrito por: Camila Carrasco B.- Abogada.