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El proyecto de ley de matrimonio igualitario ha abierto la discusión en el Congreso y en la vida publica desde hace tiempo, por lo que ya no es nuevo ver a distintos parlamentarios expresar su opinión a favor o en contra de este. Pero mas allá, de las discusiones valóricas a que pueda dar lugar el proyecto, hay un punto de este que se ha extendido y podría tener repercusiones para todo tipo de matrimonios. Se trata de la faculta que da el proyecto de ley de matrimonio igualitario de que los padres del mismo sexo puedan elegir el orden de los apellidos de los hijos adoptados que tengan. Debido a que en la actualidad existe un orden en los apellidos por defecto, partiendo por el padre y luego la madre, en caso de existir 2 padres o dos madres no podría aplicarse la regla por defecto en el orden de los apellidos, por lo que el proyecto de ley de matrimonio igualitario da la posibilidad a que la pareja escoja el orden de manera consensual. De esta forma, la aplicación de un regla por defecto en el orden de los apellidos solo afectaría, en caso de aprobarse el proyecto de ley de matrimonio igualitario, a los matrimonios heterosexuales, con lo cual se estaría aplicando una regla sin fundamento y discriminatoria respecto de ellos. La regla del orden de los apellidos no tiene ninguna base mas que la costumbre plasmada en la ley, por lo que, si se permitiera cambiarla para cierto grupo social seria lógico extender dicha libertad a todo tipo de matrimonio. Muchos de los parlamentarios contrarios al proyecto de ley de matrimonio igualitario se han manifestado de acuerdo en que este punto se vuelva aplicable para los matrimonios en general sin hacer distinciones, por lo que es probable que veamos un resultado en este sentido antes del avance del proyecto. Si bien esta propuesta de libertad en el orden de los apellido no es algo nuevo, puesto que anteriormente han existido iniciativas anteriores, ninguna de ellas ha contado con urgencia del Ejecutivo, por lo que, a la fecha ninguno ha visto la luz. Consideramos que, independientemente del proyecto de ley de matrimonio igualitario, si se aprueba una modificación en el sentido de permitir a toda pareja escoger el orden de los apellidos de sus hijos, se estaría avanzado hacia la igualdad en la pareja, puesto que no existiría obligación de que el apellido del hombre se establezca en primer lugar. Si bien la posibilidad de elección es positiva, es probable que los cambios no se vean en las primeras generaciones, ya que el machismo que aun impera en la sociedad chilena, y que ha quedado de manifiesto en los últimos días, podría impedir en la practica que la elección sea tan simple en la pareja, solo por las concepciones sociales de paternidad que aun existen.