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Un tema contingente estos días en la prensa nacional es la noticia respecto a la imposibilidad de cambio de sexo en menores de edad, cuyo primer trámite ya fue aprobado por la Comisión de derechos humanos, nacionalidad y ciudadanía del Senado. Razón por la cual, considero necesario preguntarse lo siguiente: por qué un proyecto como este tiene tan buena recepción si está tan alejado de la realidad legislativa de nuestro país? Hoy por hoy, es común en los distintos procedimientos legales en que interviene un o una menor, el que se le cite para tomar en cuenta su criterio, preguntarle qué piensa o qué le gustaría. Como ocurre por ejemplo, en las audiencias en materia de derecho de familia, donde el juez antes de dictar sentencia respecto a causas en que este se ve involucrado, lo cita en una audiencia reservada para así tomar conocimiento más acabado y así escuchar lo que tiene que decir al respecto. Lo mismo se lleva a cabo en materia penal, donde y según lo que establece la ley de responsabilidad penal adolescente (20.084), donde el o la adolescente es responsable a partir de los catorce años respecto de aquellos actos constitutivos de delito. Además en Chile tenemos casos (jurisprudencia), en que padres o madres en representación del menor han podido cambiar su nombre a partir de los seis años. Todo esto nos alerta de manera clara sobre la falta de armonía en relación a lo que realmente se entiende para el sistema jurídico y judicial chileno que un o una menor tiene conciencia de sus actos, puesto que si efectivamente consideramos que éste no tiene la suficiente madurez para entender que su cuerpo no es el que le corresponde, menos podríamos exigirle que se haga responsable de sus actos. Por tanto, si nuestro sistema jurídico lo castiga desde los catorce años en el caso de cometer un acto punible, también se debería considerar desde esa edad para permitírsele el solicitar su cambio de sexo o género, siempre obviamente después de haber pasado por todos los exámenes que hoy la ley solicita para que proceda. Entendiendo nuestro marco jurídico como uno de los principales canales para vivir con mayor armonía en nuestra sociedad, tenemos la responsabilidad de poder brindar a todos y todas las personas la libertad de poder elegir y vivir de manera libre y consecuente su propia y única identidad. Mariela Ruiz Salazar CEO Ruiz Salazar S.p.A Abogada