Diseñar el logo perfecto:
Un logo es más que una simple imagen, son íconos épicos. Son la cara de tu compañía y esta debe ser memorable. Debes ser cuidadoso y meticuloso a la hora de diseñar el tuyo. Tanto si es nuevo o si lo estás rediseñando no debes escatimar en atención a los detalles.
Desde la tipografía, los colores hasta el uso del espacio negativo el logo de tu compañía tiene un gran impacto en cómo es percibida. Atrae o repele, se destaca o se confunde entre los competidores. Todas estas son preguntas que debes hacerte al crear tu logo. Además te traemos una lista de pasos para hacerlo de la forma más profesional posible:
Llamar la atención de tu target: tu logo debe ser tentador para tu audiencia, si usas colores neutros y algo tranquilo para un audiencia joven y activa no funcionará. Si usas algo muy atrevido para una audiencia de la tercera edad tampoco. Define qué los mueve.
Sé memorable: evade las imágenes comunes y los clichés, sé lo más original posible.
Sé perdurable: no te dejes llevar por modas. Prefiere algo que pueda ser un clásico y tener sentido en cualquier época.
Sé novedoso: no sigas tendencias, créalas.
Simplicidad: concéntrate en un solo concepto no en varios al mismo tiempo y este resaltará.
Consistencia: usa tu diseño para reforzar tu marca, usa el concepto principal de tu marca en un diseño simple.
Balance correcto de espacio negativo: usa los espacios en blanco para hacer tu imagen más limpia y sofisticada. El logo de Microsoft de un ejemplo.
Toma ventaja de la psicología de la forma: el logo de adidas asemeja a una montaña y evoca retos, actividad.
Respeta estas reglas y conseguirás resultados profesionales con un poco de ayuda.