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Poco a poco Chile se va convirtiendo en un país más desarrollado debido a la inversión extranjera en el país, la creación de empresas y el ingreso indirecto y recíproco del capital se hace notar con las microempresas. Pero el del Ministerio de Economía publicó una serie de documentos e informes que revelan datos negativos en cuanto a la economía chilena y cómo repercutiría en una crisis marcaria –que ya se está dando-. Según el EME las empresas pequeñas del país son las que se mantienen sobreviviendo, y es que los datos revelan 95,000 microempresas cierran al año de 632,000. Por qué esto nos repercute negativamente? Porque las microempresas representan el sector más dinámico y flexible de la economía nacional, solo el 40% de estas empresas logran sobrevivir para despejar como empresas consolidadas, es decir, el saldo es negativo, decayendo este sistema en un monopolio de las grandes marcas, pero el consumidor se ha vuelto cada vez más receloso en cuanto a los productos de los pesos pesados, dicho círculo ha generado que la economía chilena se encuentre estancada y que inversionistas importantes prefieran resignarse antes que invertir un centavo en esta economía cíclica. Sin embargo varios economistas chilenos afirman a regañadientes entre ellos que un hipotético crecimiento altísimo también sería una barrera igual o peor para las microempresas, convirtiendo la economía chilena en un sistema desmedrado. Entonces el sistema jurídico-ejecutivo debería poner en su foco de mira a las grandes marcas? No, por qué? Porque las grandes marcas únicamente se beneficiarían de un shock económico a nivel mundial, es decir, un despeje mientras otras caen, pero estas actualmente sufren una crisis de marcas a escala nacional nunca antes vista, según Hans Eben, gerente general de Unilever Chile. La situación es igual de preocupante para las empresas medianas y grandes, y es que verdaderamente ningún sector se beneficiaría si otro cae, si existe un schok a nivel mundial, las microempresas serían perjudicadas, y la caída de las microempresas degenerarían en un monopolio que acapararían el mercado, excluyendo a las medianas empresas y debido a la crisis de marcas, las grandes se verían perjudicada a largo plazo. Contrario a lo que se cree, el CMPC no contempla un ajuste o paralización de las inversiones, pero sí la formación de agujero de inversiones paralelamente con una economía en crecimiento. Por ejemplo, en el año de 2009 la economía chilena decreció un 1% debido a este agujero. La visión es optimistas para el mercado del cemento, minería, pesa, agricultura y comercio, además de un desempeño regional mejor cada año, regiones de Atacama, Metropolitana y Antofagasta, con un 7,2%, 7,1% y 6,7%, respectivamente, las regiones del Maule, del Libertador Bernardo O’Higgins y de Los Lagos, donde los niveles de desaparición son de 37,2%, 38,6% y finalmente la zona norte es el cementerio de las microempresas, en Tarapacá este indicador llega al 50,8% y, en Atacama al 48,7%: Es normal que donde exista una alta tasa de entrada, también exista una alta tasa de salida. Esto puede ser algo positivo, ya que donde hay más renovación de empresas la productividad aumenta, así como la competencia”